Expresionismo Catalan: Joaquim Mir

Joaquim Mir, es el máximo exponente del impresionismo catalán, a la vez que es uno de los pintores más independientes y autodidactas de su tiempo, que siempre tuvo una visión y un estilo personal y particular, más allá de lo establecido como expresionismo.
Ahora, hasta el 26 de abril parte de su obra se expone en el Caixa Forum de Barcelona, que recoge una selección de 80 de sus trabajos, desde los orígenes hasta el fin de sus días.
Nacido en Barcelona en 1873, inició su trayectoria pictórica con tan solo 16 años. Estudió en la Escuela Oficial de Bellas Artes de la ciudad condal, La Llotja, donde hizo sus primeros contactos y pasó a formar parte de “La colla del Safrà” (grupo del azafrán), conocido por salir a la calle a pintar por los barrios barceloneses, y que debe su nombre al abundante uso de los tonos rojizos.

En 1894, se abrió al público exponiendo en en la segunda Exposición General de Bellas Artes de Barcelona, y a partir de entonces su carrera empezó despegar. Mir comenzó a frecuentar el conocido establecimiento de “Els cuatre Gats” donde conoció a importantes artistas jóvenes e innovadores, como Picasso,  y se hizo un hueco en el panorama artístico nacional, recibiendo varias medallas en distintas exposiciones y realizando colaboraciones e ilustraciones en diversas publicaciones.
Mir, a diferencia de otros contemporáneos suyos, no llegó a viajar a Roma ni a París, para perfeccionar su técnica, sino que fue siempre un pintor comprometido con el arte mediterráneo, enamorado de sus paisajes más preocupado por expresar su particular visión de la naturaleza que por la técnica.
A lo largo de su vida, pasó etapas en Reus,Tarragona, Andorra o Maspujols y pasó una importante temporada en Mallorca, muy prolífica profesionalmente. Las obras de está época retratan paisajes de la isla con mucha intensidad, en sus colores y el tratamiento de la luz.
En la exposición se pueden apreciar varias obras de esta época, que encierran un mito sobre el autor. En Mallorca Mir vivió muy intensas experiencias, artísticas, místicas y amorosas; quedó impresionado con su naturaleza y sus acantilados llenos de luz y color, hasta el delirio; sufrió un accidente al caer por uno de los acantilados, y tras su estancia en la isla tuvo que ser ingresado unos años en un centro de salud.
Algunos de los lienzos que retratan la naturaleza mallorquina son de gran tamaño y resultan impresionantes, salpicados de múltiples colores que se fusionan y esconden formas y elementos de la naturaleza; tienen desde luego una fuerza especial.
A partir de estas obras, abandonó los temas convencionales, y sus intensas manchas y pinceladas de color, llegaron incluso a rozar lo abstracto. A pesar de las formas semi abstractas, la mezcla de colores y los juegos de perspectivas, en todas sus obras se reconoce la forma de naturaleza, y a mi parecer durante esta etapa pintó los cuadros más interesantes y bonitos de su carrera.
Mir, ya se había consolidado como paisajista antes de marchar, pero la exposición de sus óleos mallorquines causó un buen impacto en Cataluña.

En el Caixa Forum, se recogen obras tanto de antes de la etapa mallorquina, cuando además de paisajes aun pintaba algún elemento arquitectónico, como las pinturas que muestran los inicios de la construcción de la Sagrada Familia; así como de su última etapa cuando tras recobrarse psicológicamente se marchó a vivir a Vilanova i la Geltrú, a principios de los años 20.
En 1930 recibió una medalla de honor por el conjunto de su producción y luego, al estallar la guerra civil, recluido en su casa de Vilanova, se limitó a pintar su casa, su jardín y las calles y plazas del pueblo, retomando un estilo un tanto más realista, pero siempre muy colorido y luminoso. Allí permaneció hasta fallecer en 1940.
La magia de los colores y de la luz, estuvieron presentes en toda su obra. Como el dijo, y así es:

“Sólo quiero que mis obras alegren el corazón e inunden de luz los ojos y el alma”

Hoy en día su obra es valorada y reconocida internacionalmente, sus cuadros se exponen en museos de todo el mundo, así que visitar el Caixa Forum estos días, de entrada gratuita, es una gran oportunidad para conocer la genialidad y la magia de la trayectoria de este artista catalán.

Rebeca Arnal