Hoy hace 150 años que el famoso autor creador del inmortal Sherlock Holmes nació. Aunque se puede acordar que el primero autor que creó lo que conocemos hoy en día como la “historia de detectives” fue Edgar Allan Poe, con “Los crímenes de la calle morgue” y el detective Auguste Dupin como protagonista, no se puede negar, que, aunque posterior, la obra de Arthur Conan Doyle marcó un antes y un después en este género. Conan Doyle, no fue, por supuesto, el único que se dedicó al arte de los misterios con sumo talento, pero sí creó un personaje que más de cien años después sigue en el colectivo imaginario de muchos de nosotros. Sherlock Holmes es un personaje excéntrico, sumamente inteligente, frío, adicto a la morfina y a la cocaína, e incluso a veces un poco maleducado en las formas, pero me atrevo a decir que admirado y seguido por muchos lectores que, como yo, desde edades tempranas descubrimos la magia del género de misterio gracias a él.
Había pensado, en un inicio, escribir aquí una breve biografía del autor, pero cuando llevaba ya dos páginas y sólo había cubierto veinticinco años de su vida, me he dado cuenta de que en realidad no era esa mi intención, y que iba a castigar al lector curioso con un montón de datos que, aunque interesantes no aportan nada nuevo a lo que ya está escrito sobre él. 
Si estáis interesados os recomiendo clickarhttp://www.sherlockholmesonline.org/, “The official website of the Sir Arthur Conan Doyle literary Estate”. Y si queréis ahondar un poco más, creo que disfrutaréis con el libro en forma de ensayo “Conan Doyle, detective: los crímenes reales que investigó el creador de Sherlock Holmes”, del autor Peter Costello, publicado en 2008 en castellano por Alba Editorial: un paseo por la biografía del autor que relata los casos y vivencias reales con las que se encontró Doyle, y que inspiraron muchos de los relatos que forman parte de la bibliografía completa de “Las aventuras de Sherlock Holmes”.
Así que, sin mucho más que añadir, os invito hoy a celebrar el nacimiento de este autor y con él, el de la posterior creación de Sherlock Holmes, que, aunque creó mucha dicotomía en la vida de Doyle, -sobre todo desde que éste empezó a creer seriamente en la posibilidad de que existiera lo paranormal-, le permitió obtener el reconocimiento como autor que siempre había soñado, aunque quizás no de la forma que había esperado.
De los relatos de Doyle se pueden aprender muchas cosas, pues los diálogos entre Holmes y Watson no tienen desperdicio alguno. Os dejo con un par de ejemplos: en “A case of identity”, Holmes le dice al doctor Watson:
“Life is infinitely stranger than anything which the mind of man could invent. We would not dare to conceive the things which are really mere commonplaces of existence. If we could fly out of that window hand in hand, hover over this great city, gently remove the roofs, and peep in at the queer things which are going on, the strange coincidences, the plannings, the cross-purposes, the wonderful chains of events, working through generations, and leading to the most outre results, it would make all fiction with its conventionalities and foreseen conclusions most stale and unprofitable”.
Aunque, para finalizar, yo me quedo sobretodo una frase que me gustó mucho en el momento en que la leí, y que posteriormente se ha citado en varias películas y series del género. Una frase, que, por otro lado, define a la perfección la conjunción de la contradicción y la dicotomía que acompañó al autor a lo largo de su vida: “When you have eliminated all which is possible, then whatever remains, however improbable, must be the truth”.
Quizás esta frase nos ayude a descifrar los pequeños y grandes misterios con los que nos vamos encontrando a lo largo de nuestra vida… o quizás algunos nunca se terminen de resolver.
Laia Vilaseca.
Rebk's Writing Corner 
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