Battle in Seattle

Una buena película para ver en tiempos de crisis, reflexionar y recuperar la esperanza de que entre todos podemos cambiar el mundo un poquito.

Basada en hechos reales, el film relata los acontecimientos que se sucedieron en Seattle en 1999 mientras se celebraban las conferencias de la OMC (Organización Mundial del Comercio). Más de 50 mil manifestantes salieron a las calles en señal de protesta contra las injusticias del mundo, boicoteando con éxito el evento.

El joven director y guionista Stuart Townsend, consigue plasmar con gran ímpetu la magnitud de las movilizaciones tanto de los grupos manifestantes como de los cuerpos de seguridad. Muestra la implicación de distintos personajes que aportan su propio punto de vista de los hecho, como el alcalde de la ciudad (Ray Liotta) pasando por uno de los líderes activistas (Martin Henderson), hasta un ponente empeñado en intentar cambiar las cosas desde dentro de la organización (Rade Serbedzija).

Las interpretaciones no son voraces pero no admiten queja, destacando, eso sí, la actuación impecable de Woody Harreslon como policía, el papel secundario de gran carga dramática de Charlize Theron (actual pareja de Tonwsend) y la intervención de Connie Nielsen, como reportera que acaba sumándose a los actos de protesta.

Mientras la acción muestra los actos callejeros y al entramado de decisiones y presiones políticas frente a los sucesos, las subtramas de los personajes abordan temas universales como la valentía, el idealismo, el amor, el temor o el resentimiento, en mi opinión, con un tono demasiado melodramático.

Técnicamente cuenta con algunos planos de gran impacto, como la entrada en acción de los activistas en la primera escena y varios planos aéreos de la ciudad, que sin embargo no son del todo fieles a la realidad ya que en aquel momento alguno de los edificios que se muestran no había sido aún construido. De todas maneras el efecto que consigue, transmite muy bien la sensación de la ciudad “tomada” por los manifestantes y del caos que acaba sembrándose en la calles.

La introducción de la película es tipo documental, enumerando con soporte gráfico, datos y hechos reales que contextualizan la situación del momento. El cierre, siguiendo la misma línea, revela las acciones que se han tomado desde entonces por a OMC, desgraciadamente poco fructíferas y nada comprometidas.
Se trata de un film muy vitalista y enérgico, que le deja a uno con una ambigua sensación entre el optimismo y la frustración, respecto a la posibilidad de que las cosas puedan cambiar a mejor.

Rebeca Arnal

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